Foucault lector de la antropología de Marx
A mediados de los años 50 Foucault dictó en la Escuela normal superior de Paris un curso sobre «problemas de la antropología». Las notas preparatorias de este curso han sido transcriptas y editadas recientemente en forma de libro.
Se trata de un texto que contiene varias sorpresas, anticipos de aspectos de la obra futura, especialmente las tesis sobre el hombre presentadas en los capítulos finales de historia de la locura, y luego desarrolladas en las palabras y las cosas.
Pero una sorpresa mayor es una serie de notas que presentan un desarrollo de la antropología en la formulación de Marx. Se trata de tan solo 13 páginas en el texto publicado, pero su presencia parece dificultar la tarea de la editora de este volumen. De todos los varios autores a los que se refiere Foucault en este texto, Ariana Sforzini provee amplio comentario y referencias bibliográficas y otras. Del texto de Marx, no hay practicamente comentario.
Hay probablemente dos buenas razones para ello. La primera, es que el texto sobre Marx fractura la continuidad y la lectura del texto. Foucault presenta en sus notas la aparición y desarrollo de la antropología, comenzando con Hegel, continuando con Feuerbach, Marx, Dilthey y culminando en la crítica de Nietzsche al modelo antropológico. Se podria decir que luego de Feuerbach se presentaría de hecho una bifurcación de caminos: una que pasa por Marx, y otro que pasa por Dilthey. Pero, como veremos de inmediato, la equivalencia Marx/Dilthey no es exacta. Porque Marx parece realizar su propia negación y superación de la antropología, mientras que Dilthey no, y por lo tanto, requiere de Nietzsche. Pero en ese caso, el rol de Nietzsche quedaría reducido a una crítica de la antropología burguesa, y su status frente a Marx queda por aclarar. ¿Se trataría acaso de un mismo resultado? ¿Qué agrega Marx a Nietzsche, o este a Marx? Nada de esto está considerado en el texto de Foucault.
Debemos tener presente que el texto publicado consiste en notas preparatorias para un curso, no es la lección efectivamente pronunciada, aunque la editora tuvo acceso a las notas de un alumno, Jaques Lagrange que asistió al curso, y no parece haber divergencias mayores entre sus notas y lo preparado por Foucault. Justamente las notas sobre Marx no parecen coincidir con las notas de Lagrange.
Es decir, que es posible que por una u otra razón, Foucault haya decidido no entrar en el tema del status de la antropología en la obra de Marx. ¿Se trata de una razón substantiva, o de los muchos accidentes que pueden ocurrir en una clase efectivamente dictada? Imposible saberlo.
La otra razón por la que Ariana Sforzini es parca en sus observaciones sobre este texto, es que estas notas parecen abordar un tema que años después desarrollaría con mucho éxito Louis Althusser. Se trata de la tesis que el Marx de los escritos de juventud no es realmente «marxista». Althusser y Foucault tenían relaciones amistosas, y no es imposible que Althusser haya comenzado a discutir sus ideas con sus alumnos más avanzados y con sus ex-alumnos ya en aquellos años, o que estas ideas hayan surgido de discusiones internas en los grupos de estudio que se reunian alrededor de Althusser.
En todo caso, la diferencia entre la posición de Althusser en Pour Marx (1965) y de Foucault es importante. Althusser insiste en la necesidad de una filosofía marxista. Foucault parece estar indicando que la realización del pensamiento de Marx conlleva una superación de la filosofía.
Independientemente de las razones que lo hayan llevado a no presentar al público su interpretación de Marx, es de notar su familiaridad directa e indirecta con la obra juvenil de Marx, y con los principales textos del pensamiento Marxista. En los archivos Foucault, actualmente en la Biblioteca Nacional de Francia, se conservan más de un centenar de fichas de lectura sobre la obra de Marx. Esto muestra un nivel de interés, y un cierto conocimiento del tema, que no es aparente en la obra madura de Foucault, donde en general el nombre de Marx es evitado. Valga la caracterización de Marx en las palabras y las cosas como «un pensador ricardiano».
¿Como presenta Foucault a Marx? El curso presenta a los pensadores que trata abstrayendo en buena parte sus circunstancias individuales. No hay mucho interés por el momento histórico ni por la arquitectura de la obra del pensador en cuestión. Foucault se concentra en lo que representan cada uno de ellos como momentos en el desarrollo histórico. La presentación es similar a la que utiliza Hegel en sus escritos, especialmente en la fenomenología de espíritu. Esto no es casualidad, ya que Foucault redactó una tesis de maestría bajo la dirección de Jean Hyppolite, el gran estudioso del pensamiento de Hegel, traductor de la fenomenología y autor de un comentario pormenorizado de la misma.
La tesis de Foucault, que lleva como título La constitution d’un transcendantal dans La Phénoménologie de l’esprit de Hegel (la constitución de un trascendental en la fenomenologia del espiritu de Hegel), está en estos momentos en proceso de edición dentro de la colección de los escritos y cursos inéditos de Foucault. Este texto fue analizado en una obra reciente sobre el desarrollo del anti-hegelianismo en Francia, en particular en las obras de Althusser y de Foucault (Jean-Baptiste Vuillerod, la naissance de l’anti-hégélianisme, Louis Althusser et Michel Foucault, lecteurs de Hegel, ENS Éditions, Lyon, 2022).
Lo que sigue es una paráfrasis y traducción libre de las tesis más importantes de esta sección del curso La pregunta antropológica (Michel Foucault, La question anthropologique, editado por Arianna Sforzini, EHSS, Gallimard, Seuil, Paris, 2022)
La obra antropológica de Marx es introducida por Foucault como un espacio en el que se anudan tres interrogantes: 1) el sentido de la crítica; 2) como puede el hombre responder de su propia esencia; 3) el fin de la filosofía. Es el problema de la acción en la historia. Este es el interrogante que plantea la revolución francesa. ¿Puede el hombre entrar en posesión de si mismo? Y esta revolución, ¿significa el final o el comienzo de la historia?
No se trata, observa Foucault, de que estas preguntas tengan un doble aspecto, filosófico por un lado, histórico por el otro. Se trata de una sola misma pregunta. Respondiendo a las preguntas enunciadas antes, dice Foucault que el sentido filosófica de la crítica es la contradicción real; la responsabilidad del hombre por su propia esencia es la revolución; y el final de la filosofía es el momento decisivo de la historia.
Foucault observa que la transformación de un problema filosófica en un problema real del desarrollo histórico es un cambio radical y requiere una forma diferente de interrogación. Esto puede decirse en diferentes modos:
Kant – el sentido real de la critica
Feuerbach – como el hombre es real y concretamente responsable de su propia esencia.
Hegel – sentido historia del fin de la filosofía.
Foucault habla de una tri-partición del problema, que se presenta ya sea que la veamos a nivel de la reflexión filosófica, o como reflexión de los problemas reales, empíricos, como contenido concreto de la reflexión filosófica. Esta interrogación es solidaria de la cuestión del marxismo como filosofía. ¿Puede el marxismo ser una filosofía? Parecería en principio que no, al menos si no se resuelve la intriga de la duplicación de los problemas, unos ideales, y luego como reales. Uno sobra.
Foucault vuelve al tema de la crítica. La crítica se la puede tomar en dos sentidos: 1) critica moral, política, psicológica. Reposa sobre el postulado de la naturaleza. Es decir, la naturaleza es invocada como norma que permite la crítica. 2) crítica de la naturaleza corrompida, critica humanista de la naturaleza olvidada. La crítica es un camino de retorno, a la naturaleza redimida. Podría ser afín a la posición de Rousseau, pero también tiene raíces religiosas.
En el marxismo se trataría de completar la crítica mediante una crítica del hombre en fundamento de la crítica.
Se trata de una herencia de la revolución francesa. La crítica del hombre deviene critica de las instituciones, es decir, de las condiciones de posibilidad de la virtud, de la moral, y de la igualdad.
Pero el fracaso de la revolución mostró que el hombre es el hombre privado, el propietario. No el ciudadano. Aquí Foucault parece hacer referencia al libro de Hegel sobre el derecho natural. También hay ideas similares en el escrito de Marx sobre la Cuestión Judía, escrito sobre el cual Foucault había tomado notas de lectura.
Completar la obra de la revolución requiere la crítica del hombre. La crisis de la revolución conduce a la crítica de la reforma de la conciencia. La crítica filosófica, y la reacción política desembocan en una filosofía critica —probablemente una referencia al movimiento joven hegeliano— que será el punto de partida de Marx. Según Foucault, hay en este momento una confluencia de temas del siglo xviii Frances (crítica iluminista) con temas de la filosofía alemana, Kant y Hegel.
Foucault hace un resumen rápido de los principales temas de Feuerbach, de los jovenes Hegelianos, de Strauss. Todo este momento se presenta como critica de las formas de conciencia, que no opera que a través de una toma de conciencia, como reforma del entendimiento, como ejercicio de conciencia sobre ella misma.
La crítica en su ejercicio se termina problematizando a si misma, y problematizando a la filosofía. La crítica termina al fin como critica de la alienación.
¿Como es la alienación posible? Es posible ya que: 1) la esencia humana puede externalizarse vía la imaginación y el deseo; 2) la esencia humana puede tomar una forma en la cual ella ya no se reconoce como tal; 3) Puede también entrar en una relación donde se borra a si misma frente a la figura en la que no se reconoce. Ej. el hombre real se sacrifica a Dios. Ej. el hombre real se «degrada en la sexualidad», es decir, en una relación instrumental.
El movimiento descubierto por la crítica va más allá que lo que permiten sus postulados. Pero la crítica no posee más que un concepto negativo del olvido de si (Rousseau, olvido de la conciencia; Kant: olvido de la finitud del conocimiento). No tiene un concepto positivo de la proyección fuera de sí, y de la presentación de si bajo la forma extranjera de lo otro.
Pero la crítica positiva tiene también un contenido que no se presentaba solo bajo la forma negativo de la finitud.
La crítica positiva toma en serio la alienación. La alienación es la profundización critica de la finitud, el sentido positivo de la conciencia finita.
El pasaje a lo positivo es también un pasaje a lo real. Si la conciencia puede negar su negación, no es por un movimiento interno [a la conciencia], sino un movimiento más fundamental, el movimiento del hombre real.
El concepto de alienación completa la crítica transformándola en critica del hombre real. Pero esta critica la transforma, porque solo la realidad puede criticar la realidad.
Paso del movimiento crítico al análisis de la alienación. Corresponde al pasaje de la lucha de la libertad burguesa, y la lucha del proletariado por su liberación.
Sobre la alienación:
Concepto usual en el pensamiento crítico, pero retomado por Marx y profundizado.
- En Hegel: positividad (religión y derecho). La historia como alienación. El trabajo como realización de si en la materia. Toda producción real es alienación. En la fenomenología la idea no es objetiva sino bajo forma de alienación.
Esta es la forma de alienación que rige todas las otras. Dado que la conciencia puede alienarse, la objetividad es posible. La consecuencia es que la: a) la conciencia se engaña sobre si misma; b) que el producto del trabajo escapa a su productor; c) positividad de la historia.
Como destino del hombre, la alienación no puede ser superada que, si se asume a si misma como tal y se enuncia en su verdad, por la interiorización y el recuerdo. Foucault señala dos momentos: supresión de la objetividad y de la historia por el recuerdo y la repetición
- En Marx el movimiento hegeliano se invierte. según Marx, hay que pedirle cuentas de la alienación a la historia.
Análisis de las condiciones de la alienación:
- Que es lo que este alienado según Marx? No la historia ni la idea o esencia del hombre. Lo que esta alienada es el hombre real. Pero que quiere decir alienación cuando desaparece la metafísica de la esencia. Alienación no puede ser el hecho de devenir extranjero a si mismo.
La alternativa que ofrece Foucault la toma de la idea de Marx de las «Robinsonadas», que aparece en el libro I del Capital. según esta interpretación, alienación es la constitución de un determinismo y opacidad que el hombre no puede controlar. ¿Como se genera esta opacidad? Es el trabajo como aniquilación del productor en el objeto producido.
# El producto depasa la vida del obrero.
# Las condiciones de trabajo son la muerte del obrero
# El trabajo como creación no beneficia más que al otro (el no trabajador).
Según Foucault, Marx desarrolla una crítica filosófica de la inmediatez, de cuyas consecuencias no somos aun suficientemente conscientes.
Si la alineación es un mundo relaciones humanas, ¿en qué consiste?
Intercambio y abstracción. Es lo que permite que se cambie lo que es inalienable.
Mercancía, teniendo un valor propio (fetichismo) y sus leyes propias.
Ruptura entre las condiciones de trabajo colectivas y las formas de adquisición privadas
Plusvalía.
Alienación como explotación.
Todo valor es producido por el trabajo
El productor vende su tiempo de trabajo
Salario = tiempo de trabajo necesario para el mantenimiento del trabajador.
El salario es inferior al trabajo del obrero.
Foucault concluye con una lectura sorprendente. Dice que ni el hombre ni el trabajo no están alienados, sino solamente los productos del trabajo y el tiempo de trabajo. La alienación seria solamente un conflicto entre el producto y el tiempo. según esta interpretación, no se requiere un cambio fundamental en la forma de la actividad, sino un cambio en el contexto y su forma práctica en la sociedad actual. Esta interpretación va en contra de lo que Marx dice en sus escritos de juventud, pero no está muy alejada de la opinión madura de Marx y sobre todo de Engels con respecto a la imposibilidad de transformar totalmente el trabajo. Foucault dice claramente: la alienación marxista, como condición real e inmediata de la vida del hombre, no puede ser superada que por la vía de la exteriorización real. Esto quiere decir, seguramente, que es en el plano de la realidad y no solo en el plano de las ideas que se puede superar la alineación. Pero además que la alineación queda para siempre ligada a la objetivación de la actividad productiva humana. Se puede reducir, tecnología mediante, el quantum de tiempo que se invierte en el trabajo, e incrementar el quantum de tiempo que se usa para actividades recreativas y creativas.
Entre critica filosófica y critica de la alineación habría una oposición diametral. Y lo serio del marxismo, dice Foucault, es ser la tumba de la filosofía, inclusiva de la tentación del marxismo en constituirse en una filosofía.
Darle al marxismo su peso no es hacerlo heredero de toda la insulsez humanista, de todos los tópicos antropológicos, donde el hombre y la verdad se vinculan entre sí desde las formas elementales de la existencia natural hasta los logros más espirituales de la esencia humana Marxismo, debe tomarse como la primera, la más clara y la más profunda de esas experiencias que el hombre viene haciendo oscuramente desde hace más de un siglo, que es el fin de una filosofía, el fin de un arte, el fin de una verdad: el descubrimiento de que el hombre y la verdad sólo se pertenecen mutuamente en forma de libertad.
Como ya lo hemos visto, el camino que se traza Foucault no pasa por aquí. Luego de estas reflexiones, el argumento que el retoma es el de la crítica que pasa por la filosofía de Nietzsche. El desvío tomado o por lo menos imaginado por Foucault no parece satisfactorio y queda encapsulado en esta sección de las notas que no parecen haber sido proferidas de alta voz.